¿Por qué me
doy a la tarea de ir al cine y reseñar la mayor cantidad de películas posibles?
Por los motivos más simples y válidos para hacer cualquier cosa: Porque me
gusta hacerlo, porque no hace daño a nadie y básicamente porque se me da la
gana. Ir al cine es un pasatiempo muy gratificante por si solo pero en ocasiones
simplemente no es suficiente. Creo que nunca le he pedido nada a nadie
referente a mis hobbies cinéfilos, pero en esta ocasión tan desesperada me
atrevo a pedir algo a cambio de “mis servicios”. Lo único que quiero es un poco
de reconocimiento, es más, ni siquiera eso, con un simple “gracias” me basta,
un gracias sincero, alguien que me diga: “gracias por someterte a porquerías insultantes
que provocan un suicidio masivo de neuronas junto con una inhumana y grotesca pérdida
de tiempo al ver mierda que pretende ser una película”, como en el caso de Mentes Maestras.
En Mentes Maestras veremos a un grupo de supuestos
comediantes insultar nuestra inteligencia durante una hora y media. David (Zach
Galifianakis) trabaja para una compañía de camiones blindados que se encarga de
manejar el dinero de cajeros automáticos. Atrapado en una vida de mediocridad,
David es alentado por su amiga Kelly (Kristen Wiig) a robar una gran suma de
dinero, crimen que el atolondrado David logra ejecutar a pesar de su enorme
torpeza y con ello realizar uno de los robos bancarios más grandes en la
historia de Estados Unidos.
Zach “ni a
mentadas de madres puedo pronunciar bien su apellido”, mejor conocido como el
gordito barbón de las películas ¿Qué pasó
ayer? , puede ser muy gracioso, siempre y cuando haga pareja con alguien
que ayude a contrastar su estilo de humor, lo cual no es el caso en Mentes Maestras. Todos los personajes, a
pesar de contar con funciones diferentes dentro de la trama, son sacados del
mismo molde, todos ellos compartiendo dos características: son idiotas y no
saben socializar con el resto de la sociedad. Estas características pueden ser
graciosas bajo las circunstancias correctas, pero cuando todos los personajes
se comportan exactamente de la misma manera la comedia se siente repetitiva y
pierde su gracia casi al instante. Si el ser un imbécil socialmente inepto
fuese suficiente para ser un comediante, les aseguro que yo sería el cómico más
grande del planeta.
La historia
es sumamente interesante, sobre todo si tomamos en cuenta que, supuestamente,
está basada en hechos reales, dándonos uno de esos casos donde la ficción es
más extraña que la realidad, pero la premisa se ve malgastada con chistes repetitivos
y predecibles que dan más pena ajena que risa. Lo más “rescatable” (y créanme que
estoy utilizando esa palabra de manera muy generosa) es la comedia física, la
cual si puede llegar a ser divertida al principio, pero que también llega a ser
repetitiva y monótona, mostrándonos una y otra vez el hecho de que los
personajes son torpes y estúpidos.
De ante mano
una disculpa si esta reseña es más corta de lo normal, pero simplemente no
quiero seguir hablando de Mentes Maestras.
Como suele ser el caso en las peores películas, lo mejor de la cinta se muestra
en su propio trailer, el cual debo aceptar que, aunque no era hilarante, sí
pintaba a la película como algo medianamente divertido, pero ese no es el caso.
A pesar de todo, Mentes Maestras cuenta
con dos grandes logros: 1.- Aun cuando no esperaba nada de este filme, logró decepcionarme.
2.- Mentes Maestras me hizo tener una
renovada fe en el futuro, un futuro brillante donde la humanidad ha sido erradicada
completamente por algún desastre natural, guerra nuclear, invasión extraterrestre
o por intervención divina, un hermoso destino donde ni el más pequeño vestigio de
la existencia de esta película se pueda encontrar, un futuro donde la memoria de
Mentes Maestras no es ni un lejano
recuerdo, aunque eso se deba a que ya no exista una sola persona con vida para
recordar.
Mentes
Maestras: 0/5. Ofensivamente mala.
La peor película
del año hasta el momento, lo cual me sorprende considerando algunas de las películas
que han salido en el 2016.
Comentarios