Tal vez se
deba a mi cada vez más decadente capacidad cerebral, quizá sea porque veo
muchas más películas de las que debería o probablemente sea una combinación de
ambas, el punto es que después de ver tantas películas sobre exorcismos prácticamente
todas me parecen iguales a menos que, obviamente, la producción tenga por lo
menos un detalle que la haga destacar del resto. Esta forma de ser “única y
diferentes” para Experimento Exorcista
es ser una producción de bajo presupuesto, pero fuera de contar con recursos limitados,
no hay nada que logre llamar verdaderamente la atención.
En Experimento Exorcista veremos las
desastrosas consecuencias que experimenta un joven al investigar un fenómeno paranormal.
Brandon (Chris Minor) es un muy dedicado estudiante universitario. Como trabajo
final para el curso de teología, Brandon decide investigar un viejo caso sobre asesinatos
y desapariciones misteriosas que, según la evidencia, podría estar relacionado
a una posición demoniaca. Conforme la investigación de Brandon avanza, el joven
ira experimentado extraños y aterradores sucesos a su alrededor.
Lo primero
que salta a la vista, tristemente, son las limitaciones técnicas del filme. La
gran mayoría de efectos especiales se dan gracias a trucos de edición y manejo cámaras
que no resultan demasiado espectaculares, pero lo que sea de cada quien, estas técnicas
“baratas” se utilizan de manera efectiva, creando la ilusión de escenas
violentas que sirven para avanzar la trama, aunque también hay que decir que en
más de una ocasión parecen tratar de parodiar al género de terror en lugar de recrearlo.
Otro punto interesante es el maquillaje y la iluminación, elementos igualmente
limitados pero que se utilizan de manera adecuada para tratar de impactar al
espectador.
El
desarrollo de la trama se siente muy dispar. Aunque no precisamente lenta, la
primera mitad de la cinta se toma su tiempo para plantearnos la historia
principal, dando apenas los datos suficientes como para tratar de intrigar al
espectador (palabra clave aquí es “tratar”), mientras que la segunda mitad
parece tener prisa por revelarnos todo tipo de giros, desde los obvios hasta
los ridículamente inesperados y sin sentido.
Las actuaciones,
aunque no puedo decir que me llevaron al extremo de querer sacarme los ojos, la
verdad es que sí son bastante malas. Los actores hacen lo mejor que pueden con
el guion, pero cuando este les obliga a expresarse más ampliamente parece que
solo hay dos opciones: lucir casi completamente desinteresados o tener la sobreactuación
más grande que les sea posible.
Voy a ser
honesto con ustedes, respeto muchísimo al equipo detrás de Experimento Exorcista por el simple hecho de que, aun con sus muy,
muy limitados recursos, han logrado llevar a la pantalla grande un proyecto de
esta índole, sin embargo el producto final no deja de sentirse “barato” (a
falta de un mejor término). La historia prefiere canibalizar otras mejores películas
de terror y juntar varios elementos en una sola trama, lo cual tal la hace
parecer más ambiciosa de lo que debería, y recordemos que el que mucho abarca
poco aprieta. Supongo que con el ambiente correcto (acompañado de amigos y
mucho alcohol), Experimento Exorcista
puede ser una divertida pérdida de tiempo pero, lamentablemente, esta producción
está condenada al olvido casi instantáneo.
Experimento
Exorcista: 1/5. Mala.
La verdad es
que creo que le estoy dando un punto más del que debería por puro respeto al
ser una producción completamente independiente.
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