Se estrena
una película basada en una propiedad intelectual del pasado. En otras noticias
de último momento, los osos siguen cagando en el bosque. El problema de muchos
de estos proyectos basados en la nostalgia es que, al querer “actualizar” un
concepto de antaño, usualmente se pierde ese “algo” que lo hacía especial en
primer lugar, para bien o para mal este no es el caso en Los Pitufos en la Aldea Perdida, que conserva ese sabor distintivo
de la serie de televisión pero que al mismo tiempo deja ver que tal vez, sólo
tal vez, esa fórmula no ha envejecido con mucha gracia que digamos.
En Los Pitufos en la Aldea Perdida veremos…
bueno, creo que el título lo dice todo. Tras su más reciente y peligroso
encuentro con el malvado hechicero Gargamel, los pitufos se enterar de que
existe una población de otros pitufos escondida en el misterioso y peligroso
bosque prohibido. Para tratar de salvar a sus amigos, Pitufina, Filosofo,
Fortachón y Tontín se adentran en el bosque para advertirles a los demás
pitufos del inminente peligro que representa Gargamel.
Fuera de una
pequeña sorpresa que (hasta donde sé) el trailer no arruina, la historia en Los Pitufos en la Aldea Perdida no
podría ser más sencilla. La película se da a la tarea de mostrarnos las
aventuras de los personajes en coloridos e imaginativos escenarios que, aunque
simples, cuentan con un encanto infantil bastante agradable.
Incluso con
en su simplicidad, la cinta intenta darle un arco de personaje a uno de sus protagonistas,
algo que se siente un poco forzado pero que enriquece por lo menos un poco al
personaje original. Lamentablemente al acercarse el final de la historia, se
implementa un último dilema prácticamente de la nada que se resuelve igualmente
de manera casi instantánea, lo cual lo convierte en un elemento innecesario.
Aunque la película
no hace demasiado para “actualizar” a sus personajes, esta práctica no deja de
asomar su trillada cabeza de vez en cuando, mayormente haciendo que un
personaje le diga “bro” a los demás cada 5 minutos y a otro utilizando una
catrina prácticamente como un celular, selfies incluidas y toda la cosa, lo
cual es bastante tonto y ridículo, pero supongo no puedo quejarme de la falta
de realismo en una película sobre seres mágicos que viven en el bosque.
El punto más
fuerte de Los Pitufos en la Aldea Perdida
es también su lado más débil: su simplicidad. La película es colorida y su
historia lo suficientemente entretenida para un público infantil pero no ofrece
nada demasiado interesante o innovador. El filme bien podría ser un capítulo de
la serie de televisión original, lo cual será del agrado de los fans de la
serie, y aunque no carece de encanto, no creo que llame atención al resto del público
general. Los Pitufos en la Aldea Perdida
será del agrado de niños pequeños y fans de hueso colorado de estos personajes,
pero el resto del mundo no se perderá de mucho si deja pasar de largo esta película.
Los Pitufos
en la Aldea Perdida: 2/5. Meh.
Mejor que:
Los Pitufos (2011), Los Pitufos 2 (2013).
No tan buena
como: Un Jefe en Pañales (2017). No tiene mucho que ver una película con otra
pero es la mejor opción en cuanto animación, por lo menos en cartelera por el
momento.
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